Enfrentarse a una pared blanca y decidir cómo adornarla es uno de los grandes retos que tiene la decoración del hogar. A [email protected] nos ha pasado en alguna ocasión, y cuanto mayor es la pared, más difícil nos resulta.
Nunca sabemos bien si colocar un cuadro grande en ella que llene la mitad del vacío y así ahorrarnos complicaciones. Tampoco si llenarla de cuadros más pequeñitos. Si deben ser fotos, láminas, cuadros antiguos, de estilo más moderno…
En este post vamos a darte algunas claves básicas para enfrentarte con decisión a las paredes vacías partiendo de un principio, y es que debemos decorarlas de acuerdo a lo que más nos guste y al resultado que creamos que se adapta mejor al estilo de la estancia.
Pero partamos de algunas premisas:
1- Si queremos cubrir con cuadros la pared que está encima de un mueble bajo o un sofá, debemos intentar que estén más pegados a ellos que al techo. Los cuadros que se colocan demasiado altos parece que están flotando.
2- Cuando decoremos una pared con cuadros pequeños, debemos hacerlo tratando de pegarlos unos a otros, y no separarlos demasiado. Los conjuntos de cuadros pequeños quedan mejor si están pegados.
3- Lo ideal en cuanto a la altura es que los cuadros siempre queden a la altura de los ojos. Lógicamente, ante cuadros grandes puede que no tengamos más remedio que colocarlos cerca del techo, pero lo importante es que el centro del cuadro quede a esa altura.
Teniendo en cuenta estas claves, el resto consiste en dar rienda suelta a nuestra imaginación. Las imágenes de este post te van a dar muchas ideas.
Si te preguntas si puedes mezclar fotos en color con fotos en blanco y negro la respuesta es sí. Por otro lado, si lo que queremos es decorar la pared a la que está pegado el sofá, podemos recurrir a cuadros clásicos si el sofá es de diseño moderno, y a la inversa. Ese contraste siempre da mucho juego.
Prueba primero a pegar sobre la pared con cinta adhesiva trozos de papel del tamaño de los cuadros que quieres colocar y así sabrás cómo van a quedar antes de hacer agujeros. Si no te gusta el resultado, siempre puedes mover los papeles de sitio y buscar otras combinaciones.
Para los pasillos, por ejemplo, nos gusta mucho la opción de apoyar los cuadros sobre una repisa estrecha, sin necesidad de colgarlos. También somos muy fans de colocar los cuadros grandes pegados a un gran hueco de pared vacía, pero no en alto, si no apoyados en el suelo.
Las opciones son infinitas. Inspírate con las que te ofrecemos en imágenes y tendrás muchísimo más fácil cubrir tus paredes. Si quieres hacerlo con muchos o pocos cuadros, eso ya depende solo de tus gustos.
¡Hasta el próximo post!
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