Cuando hablamos de la decoración navideña, en los ojos se nos encienden de repente decenas de luces de colores, de bolas rojas y doradas, de árboles de Navidad verdes y de estrellas plateadas. ¿Pero, por qué no arriesgar? ¿Por qué no apostarlo todo a un solo color?
Siempre os ayudamos a innovar, a convertir la decoración de estas fiestas en algo novedoso y original. Por eso, nos hemos animado a hacer de esta Navidad una fiesta monocolor… o casi. Este año vamos a olvidarnos de los colores más tradicionales, de los rojos que nos recuerdan a Papá Noel y de los dorados que iluminan los centros de mesa o las copas de la mesa.
Podríamos haber optado por cualquiera, pero hemos decidido hacerlo por uno de los más rompedores para estas fechas, ya que no parece formar parte de ninguno de los más tradicionales: el azul en todas sus versiones.
Os proponemos un paseo por esta gama de azules para animaros a darle un giro de 360 grados a esta Navidad. No resulta demasiado familiar como color navideño, pero es precisamente ahí donde radica la originalidad.
El azul es un color que en su versión más oscura puede transmitir frío a veces, pero si utilizamos un tono cálido y lo combinamos con blancos, incluso con platas, el resultado es suave, delicado y hasta diríamos que relajante.
Ya es hora de que los calcetines de la chimenea dejen de ser rojos, de envolver los regalos de Navidad de colores azul brillante y colocarlos debajo de un árbol de ramas blancas y bolas y cintas azules.
Atrévete a decorar la mesa de Navidad de ese color. Dale el toque brillante con unas ramas pintadas en color plateado, pero deja que los manteles y las servilletas se conviertan en azul.
Nosotros ya lo hemos hecho y nos encantaría que te unieras a esta tendencia. Con estas fotos podrás inspirarte.
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¡Feliz Navidad azul!