Admítelo: te apasiona la decoración tanto que no puedes resistirte a soñar mirando en las revistas cómo viven los multimillonarios, cómo son sus casas por dentro y cómo son los muebles que decoran todas y cada una de sus habitaciones... Todos tenemos esa curiosidad y a quién no le gusta fisgonear desde el ojo de la cerradura para descubir cómo son los interiores de las casas de lujo...
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Hoy, para hacer tus sueños realidad, te abrimos las puertas de esas casas llenas de objetos maravillosos, de sofás impresionantemente largos y de lámparas tan grandes que no somos capaces de ver de una sola pasada.
Los interiores de las casas de lujo tienen muchos puntos en común. Porque dentro del lujo los gustos son clásicos y, sobre todo, brillantes, muy brillantes. Los expertos en diseño los llaman interiores "glossy", es decir, brillantes. Sería un concepto similar al del gloss de labios, un maquillaje de efecto brillante y muy luminoso que potencia el valor de cada objeto y su efecto a ojos de los demás.
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Vía luxuryprorsum
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¿Pero, cómo se aporta esa luz y ese brillo a las casas de superlujo? Con grandes espacios cargados de cristal, imponentes espejos que "forran" todas las paredes, con lámparas inmensas y, sobre todo y por encima de todo, con dorado, con mucho dorado.
A nadie se le puede escapar que ese es el color y el metal que más predomina en cualquier casa de lujo que se precie, pero de esas de lujo de toda la vida.
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Sin embargo, hay otros elementos diferenciadores en esas casas en las que a todos o a casi todos nos gustaría vivir: el uso de maderas nobles, de maderas también exóticas, pero siempre maderas macizas. Unas veces en los muebles, pero también en las escaleras que comunican una planta con otra. Eso, si esas plantas no se comunican con un lujoso ascensor donde, seguramente, habrá un banco maravilloso para sentarse... También de alguna madera noble.
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Creerse protagonista de una película de James Bond e imaginarse en una de estas casas disfrutando de un baño en una de sus bañeras redondas de mármol blanco y de grifería dorada es fácil. También imaginarse descansando en un chaiselonge de terciopelo debajo de una lámpara de cristal que podría costar 20.000 euros o junto a una de pie que podría tener un precio de más de 9.000 euros. Hacerlo realidad, ya es más complicado.
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Si tienes la suerte de estar en una de ellas, mándanos fotos porque nos encantaría verlas de cerca. Mientras tanto, te dejamos esta selección de casas y muebles de mega lujo para que sufráis un poco hasta que llegue Navidad. Porque, eso sí, este año nos tocará la lotería y el próximo ya estaremos viviendo en una casa como cualquiera de las que ves
¿No son maravillosas?
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