No lo podemos evitar, pero cada vez que pronunciamos la palabra “escritorio” nos viene a la cabeza la imagen de Karen von Blixen-Finecke, la escritora danesa a la que encarnó la actriz Meryl Streep en Memorias de África. Su imagen sentada en su mesa de escritorio escribiendo cartas u organizando los papeles de su granja a las afueras de Nairobi es tan evocadora que ha conseguido que esta pieza tan especial del mobiliario del hogar nos parezca tremendamente romántica....
La vida de hoy no es como la que llevaba entonces Karen, eso desde luego, pero tener un bonito escritorio en casa, un pequeño rincón donde refugiarnos para dedicarnos un rato a nosotros mismos, a nuestras lecturas, a mirar algo en internet, a llevar la contabilidad de la casa o a echar un vistazo a una revista de decoración, debería ser prioritario a la hora de equipar el hogar.
Pueden ser grandes si son escritorios para los niños. Llegados a determinadas edades, pasan gran parte de su tiempo en casa sentados delante del ordenador o delante de los libros. Normalmente, se colocan en sus dormitorios y están repletos de cajones y de espacios para colocar la CPU del ordenador, la impresora o los bafles.
Pero en el caso de los adultos, la mesa de escritorio se convierte en una pieza más estética. Lo escritorios que hemos seleccionado en tudecora.com para ofrecer a nuestros clientes son elementos muy decorativos a la vez que prácticos. Es verdad que nuestra oferta de mesas de estudio de madera maciza abarca más de 20 modelos diferentes (todos los modelos fabricados en madera de haya se pueden realizar a medida), pero nos gusta destacar aquellos que tienen ese toque más íntimo, el que dan unas patas torneadas, un escritorio modelo de época o una superficie no demasiado ancha (hablamos de escritorios, no de mesas de oficina).
Nos encantan estas piezas. Hay que darles la importancia que se merecen y colocarlas siempre en un rincón donde vayamos a estar cómodos y relajados y, sobre todo, donde haya mucha luz: en el dormitorio, en el salón o, cómo no, en un despacho. Cuando tengas ese rincón preparado, no olvides colocar una bonita lámpara y conseguir un buen libro para disfrutar de él junto a una taza de café. Date un paseo por La Central, una fantástica librería que está en la madrileña Plaza de Callao (también en Barcelona) donde seguramente encontrarás ese libro que llevas tantos años buscando.
¿Te apetece disfrutar de tu rincón preferido?