¿Eres más de blanco o de negro? Sí, parece una pregunta muy trascendental, de esas a las que les sigue una respuesta muy profunda. Pero, en este caso, lo que te planteamos es algo mucho más sencillo. Simplemente queremos saber si eres más de pintar tus paredes de colores claros o te lanzas a los colores oscuros, aunque sea en invierno.
Vía 79ideas.org
Nosotros, lo reconocemos, tendríamos que contestar que somos de blanco y de negro indiferentemente. Nos gustan las estancias con las paredes en todas las gamas de blanco conocidas (roto, beige, ceniza, sucio…) porque no hay duda de que dan muchísima luminosidad, pero al mismo tiempo somos unos enamorados de las paredes oscuras porque pueden dar un gran juego a cualquier estancia de la casa, desde la cocina al baño o desde el salón comedor al dormitorio principal (en el de los niños no lo recomendamos nada porque ya se sabe que las paredes sufren un mayor deterioro en esta que en el resto de estancias de la casa y no queremos paredes oscuras desconchadas constantemente, ¿verdad?).
Pues eso, que nos encantan las paredes oscuras. Eso sí, reconocemos que tienen sus riesgos si no damos con la clave del resto de decoración. Es decir, paredes oscuras sí, pero siempre que seamos capaces de iluminar desde otra perspectiva: o bien con otra de las paredes de la estancia en un color más claro o con un cuadro con motivos alegres, una lámpara que aporte brillo por su diseño o unos muebles de maderas claras.
Fíjate en las imágenes que acompañan a este post y verás que en todas ellas aparece algún elemento, sea el que sea, que aporta un punto de luz y de brillo a esas paredes que están totalmente pintadas de oscuro. No querríamos vivir entre tinieblas o que nuestra casa se pareciera al escenario de una película de miedo, simplemente de aportar ese toque de elegancia que dan los tonos oscuros.
Los azules oscuros se están viendo mucho. El azul petróleo, por ejemplo, es muy recurrente esta temporada. Pero hay verdes que nos fascinan, combinados con elementos fucsia dentro de la estancia. O grises con tonos calabaza y anaranjados.
Haz la prueba y verás cómo el estilo de tu casa cambia totalmente. Eso sí, estudia primero el tipo de muebles y los elementos que tienes en la habitación antes de ir a ciegas a por un color. Lo importante siempre es que la combinación sea perfecta.
¡Hasta el próximo post!
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