Hace unos años, cuando nos imaginábamos cómo serían los muebles del futuro, pensábamos en muebles que nos lo hicieran todo y que nos proporcionasen, de manera futurista, toda la comodidad del mundo. Tal vez muebles robotizados y objetos provistos de un motor que acercaran el café a la mesa o hicieran todas las camas de la casa a primera hora del día.
La sociedad ha evolucionado, pero no es todo esto lo que reclama exactamente. Ahora hay dos premisas que debe tener un mueble y que seguirán siendo cada vez más válidas de cara al futuro: que estén conectados y que sean versátiles.
La realidad es que los muebles demasiado sofisticados no son algo que el consumidor reclame con demasiada intensidad. Sí lo hace con muebles versátiles y que se adapten a su forma de vida y al tamaño de sus casas.
En este sentido, parece que los muebles del futuro serán aquellos que mejor consigan aprovechar el espacio, ya que es precisamente esto, espacio, lo que menos tenemos, especialmente en las casas de las grandes ciudades.
Por otro lado, los muebles conectados tecnológicamente tienen ya un espacio reservado en el futuro y casi en el presente. Queremos muebles que nos faciliten el uso de los dispositivos eléctricos y también electrónicos, que lleven incorporados un lugar para colocarlos, para guardarlos y para enchufarlos.
Las oficinas estarán en nuestras propias casas, así que ocuparán un espacio muy importante en ellas. Por eso, necesitamos de muebles donde poder desarrollar con facilidad nuestro trabajo: mesas amplias, con espacio para el ordenador y los demás aparatos que nos ayudan en nuestro día a día, sillas especiales donde pasar muchas horas sentados…
Vía Decoracion2
Los materiales sostenibles irán ganando cada vez más terreno en el hogar, especialmente los muebles de cartón rígido, que no solo son sostenibles si no, además, muy duraderos.
Seguro que más de uno ya tiene en casa muebles de este tipo porque la realidad es que el futuro ya está aquí. Para los que no, podéis inspiraros en las fotografías de nuestro post.
¡Feliz semana