Rural chic, country chic, shaby chic, rustico chic, neorural… Hay muchas formas de llamarlo, pero todas tienen una cosa en común: el sabor a campo, a naturaleza.
Este estilo nos pierde. Sí, lo confesamos: nos gusta en todas sus vertientes y variedades. ¿Pero, sabes qué lo define?.
A pesar de que no es necesario tener una casa en el campo para decorarla de esta manera (si vives en un piso en la ciudad también puedes recurrir a él), es realmente una casa rústica la que más se presta a él por sus características: uso de ventas, puertas y vigas de madera, paredes de piedra, flores secas, muebles con mucho uso, gastados por el paso del tiempo, colores suaves, cálidos... Es un estilo que te abraza, que te envuelve, confortable en invierno, fresco en verano y, sobre todo, acogedor.
Dominan los materiales naturales, las plantas, las flores de temporada y, sobre todo, el cuidado extremo en los textiles que cambian con las estaciones, pasando de los linos, los hilos y algodones en los meses más calurosos a la lana y el pelo cuando aprieta el frío.
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Y, hablando de frío, es ahora, en otoño y cuando encaramos el invierno el momento en el que más nos gustan estas casas: un fuego encendido, el tacto de la madera, la piel, un café caliente… Aprovecha nuestros consejos y la inspiración que te proponemos para darle un cambio a tu casa de campo y para vestirla de esa forma envolvente.
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El grado rústico varía en función de lo que nos guste este estilo. Si te gusta más el estilo ajado, lo ideal es no poner límite a los complementos y a todo tipo de adorno que nos recuerde que estamos en el campo, desde utensilios de labranza, de cocina antigua, rafias, cuerdas, flores secas, maderas, hierros…
A partir de ahí, puedes ir moldeando a tu gusto el estilo con muebles y complementos más nuevos, menos usados, acabados más modernos, materiales menos rústicos… Siempre es importante que nuestro hogar tenga una estrecha conexión con la naturaleza. Lo demás, es moldeable y adaptable.
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El suelo puede ser barro o loza, aunque la madera siempre resulta mucho más cálida para soportar las bajas temperaturas del invierno. Y para eso, ten siempre algunas mantas de lana a mano, sobre el sofá.
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Vía HometalkTe invitamos a convertir el estilo rural de siempre en una nueva forma de decorar donde lo chic toma protagonismo.
Atrévete con él y no habrá mejor lugar en el mundo para estar después de un largo paseo por el campo.
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