Con la llegada del frío hay una cosa que nos encanta hacer: vestir nuestra cama para que resulte lo más confortable posible con diferentes texturas. Nos encanta llenarla de cojines de pelo, de raso, de terciopelo; de mantas para los pies que dan un look ideal. Sí, las mantas y colchas para las camas tienen que estar muy bien elegidas para que no desentonen con el resto de la decoración de un dormitorio. Y el frío, además, nos lo pone muy fácil.
Nos confesamos enamorados de los blancos y crudos. Van bien con todo, desde cualquier cojín a cualquier sobrecolcha con la que queramos envolver nuestra cama. Sin embargo, creemos que a veces hay que ser también algo más arriesgado. Una colcha repleta de color y con unos almohadones a juego puede hacer que la imagen que dé el dormitorio sea impactante.
Los edredones nórdicos son los reyes de las camas, ya sean dobles o individuales. Eso nos limita a elegir siempre fundas, y no colchas, que por lo general son más vistosas. Las fundas de edredón dan mucho juego, pero nada como una colcha de colores vivos o una manta de esas que tan de moda están últimamente: las de punto grueso, en colores muy cálidos. Y no es de extrañar, porque son preciosas. Son más conocidas como “mantas de punto XXL” y a nosotros nos fascinan. Esas, y las mantas de lana más tradicionales son lo último, y en el recorrido gráfico que hacemos en este post podrás ver algunos ejemplos de ellas. Nos inclinamos por las de colores vivos.
Las mantas de pelo también resultan preciosas, además de súper agradables para los días de frío invierno.
En cualquier caso, elijas la opción que elijas, acompáñala siempre de unos cojines blanditos, preferiblemente de plumas, y de unos almohadones que te permitan descansar cómodamente sobre tu cama.
Esperamos que nuestas fotos te inspiren y, sobre todo, te deseamos dulces suenos, elijas la manta que elijas para dormir.
¡Feliz semana!